Blog de Literatura - Fomentando la Lectura

domingo, 10 de noviembre de 2013

El fariseo y el publicano - Parábola

La biblia es uno de esos libros (si, dije libro y va sin intención de pelear con nadie) que nunca leí completo. Cuando era chica, a los 8, me enviaron a catequesis. También hice la confirmación. Y una vez finalizada la obligación familiar, nunca más fui a misa. Todo bien con la iglesia, pero no es para mí. Sin embargo, la biblia tiene muchas historias que son maravillosas y, como todo cuento o relato, yo las considero literatura, aunque claro, no es lo mismo leer un cuento que tiene intención de enseñar algo o corregir una conducta - que si vamos al caso, los cuentos de hadas y las fábulas también caen en dicha categoría - que leer literatura escrita sin dicha intención. Tampoco es lo mismo leer cuentos que mencionan a Dios... pero, nuevamente, hay mucha literatura que cae en dicha categoría sin ser relatos bíblicos, por ejemplo, "El principe feliz" de Oscar Wilde o "El perro muerto" de Leon Tolstoi, ambos publicados en el blog.
Hoy, me llegó un mail que menciona la parábola de "El fariseo y el publicano" y se me ocurrió compartirla en el blog porque, seamos sinceros, ¿quién no se siente muchas veces mejor que los demás? Entre nos, el lenguaje me resulta un poco fuerte... eso del pecado y la humillación...  pero si la reflexionamos un poco y si le sacamos la carga religiosa, el mensaje tiene mucho peso.

Cuando comencé a escribir esta publicación me pregunté: Bueno, pero ¿qué es un publicano que al fariseo le parecía tan malo? y, es más, ¿qué es un fariseo? ¡Soy muy ingnorante de esos temas! Busqué y, por si a alguien le pasa como a mí, aquí va la explicación. Ambos conceptos son importantes para la comprensión del texto.

Publicano:
Persona a la que se le había dado el derecho de recaudar los impuestos internos para Roma. Tales impuestos abarcaban: 1. El del censo, que cada persona tenía que pagar; muy insultante para los judíos en vista de que era un reconocimiento tácito de su sumisión a Roma. 2. El impuesto sobre las propiedades, que era igualmente ofensivo, porque su pago se consideraba un insulto a Dios, a quien los judíos consideraban el dueño verdadero de la tierra y el dispensador de sus productos.
Fariseos:
Secta o partido religioso conservador del judaísmo en tiempos intertestamentarios y del NT. Se llamaban a sí mismos los "compañeros" (heb jabêrîm) o los "santos" (heb. qedôshîm).
Bien. A esta parábola la encontrarán en Lucas 18:9-14. Es bien cortita (mi introducción ha sido mucho más extensa jajaja). Copio aquí la traducción que figura en la biblia Reina-Valera de 1960. Y al final del texto encontrarán un videíto de youtube que me gustó. Una versión cantada y musicalizada de esta parábola.






Parábola del fariseo y el publicano

Lucas 18:9-14
9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.





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